Historia de la Espeleología

El interés ancestral del hombre por las cavernas, viene reflejado en los numerosos yacimientos arqueológicos encontrados hasta el momento en ellas. El hombre prehistórico ya empleaba las cavernas como vivienda, refugio, santuario, etc. 

Pasada ya la prehistoria, el uso de las cavernas ha sido continuo para numerosos fines: el empleo como vivienda, el uso como corral o rediles para el ganado, para la curación de quesos y como neveras, como elementos defensivos, como resguardo de peregrinos, como ermitas y lugares de culto, como canteras y lugares de extracción de mineral o fertilizante (guano)… 

Lo que conocemos como “espeleología” son dos palabras griegas, Spelaion (caverna) y logos (tratado o estudio). Así pues espeleología significa estudio de las cavidades. Este término data de finales del siglo XIX y no sólo se utiliza cuando se trata de un trabajo regularmente científico, sino que se utiliza por igual en el campo deportivo. Verdaderamente las dos facetas son necesarias para la práctica de una espeleología de calidad y con resultados aceptables. 

El nacimiento de la Espeleología moderna

El origen de la espeleología, tal y como la entendemos hoy, tiene un nombre: E. A. Martel (1859-1938), francés que a finales del siglo XIX comienza a explorar en la región de Grand Causses, Francia. Diversos espeleólogos, especialmente en el “Karst Clásico”, tuvieron sin duda una intensa actividad antes que él. Sin embargo, la razón por la cual Martel fue justamente convertido en el símbolo de la naciente “nueva espeleología” fue sobre todo su labor de divulgación.

Martel exploró cavidades en muchos países y publicó cientos de artículos, contribuyendo en gran medida a hacer que la espeleología fuera conocida en todo el mundo. Gracias a él empezaron a publicarse revistas dedicadas a la Espeleología, entre las cuales destaca Spelunca. El más antiguo club espeleológico fue el Abteilung für Grottenforschung fundado en Trieste en 1873. Con Robert de Joly (1887-1968) se perfeccionó y aligeró el material empleado en las exploraciones espeleológicas, inventando la escala de cables de acero, iniciándose el verdadero auge de la espeleología deportiva.

En Aragón las exploraciones las inicia, a principios del siglo XX, otro francés, Lucien Briet (1860- 1921), que explora y describe numerosas cavidades pirenaicas. También de esa época son el rumano E. G. Racovitza (1868-1947) y el francés R. Jeannel (1879-1965), quienes realizan los primeros estudios científicos (biológicos) en las cavidades aragonesas. Relacionados con esta disciplina, los primeros nombres aragoneses que podemos nombrar son el geólogo oscense Lucas Mallada (1841-1921) y el turolense Juan Cabré (1882-1947).

Cuevas y Karst

Cuevas y Karst

La rama de la Geología que se ocupa del estudio del karst se conoce como Geología kárstica o karstología. Pero ¿qué es un karst? el término karst se usa para designar los paisajes y formas labradas sobre rocas calizas existentes en una localidad de la península de Istria (Eslovenia), situada en las costas del Mar Adriático y donde se este tipo de modelado adquiere una gran relevancia.

La peculiaridad del paisaje kástico se debe al hecho de que las rocas carbonatadas (calizas y dolomías) se disuelven lentamente con las aguas de lluvia según la reacción química. Pero no solamente las rocas carbonatadas son susceptibles de ser disueltas por el agua y adquirir una morfología particular, tanto exterior como interior (kastificación), también los yesos, las sales, así como los conglomerados de matriz carbonatada o ciertas rocas siliceas pueden ser afectados por los fenómenos de karstificación y originar paisajes similares a los resultados en aquellas.

Principales morfologías kársticas

Superficiales

Lapiaz: consiste en un modelado en forma de surcos o acanaladuras producido por la disolución de la roca al escurrir sobre ella el agua de lluvia.

Dolinas: son depresiones circulares o con forma de embudo con dimensiones que oscilan entre varias decenas de metros y algunos centenares.

Simas: son conductos verticales que en algunos casos penetran a la gran profundidad.

Uvalas: son grandes depresiones de contornos irregulares.

Poljes: grandes áreas deprimidas en relación al resto del macizo kárstico. El fondo suele ser plano.

Surgencias: constituyen las zonas de emisión al exterior del agua subterráneas.

Otras morfologías son los valles ciegos con paredes verticales o casi verticales, los cañones y las gargantas; estas últimas vinculadas a la dinámica fluvial.

Subterráneas

Cavidades: conductos aéreos o inundados de dimensiones muy variadas, originadas principalmente por la acción disolutiva del agua.

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Formación de cavidades

La sola presencia de alguno de los tipos de rocas antes de escritos no es suficiente para la existencia de cavidades, además deben reunirse otras circunstancias como son:

A) La asistencia de planos de estratificación en la masa rocosa.
B) Fracturación de la masa rocosa que permita la penetración del agua en ella.
C) La región debe recibir un aporte óptimo de agua en forma de precipitación.
D) Asimismo, la existencia de una vegetación desarrollada en la región favorece
los procesos disolutivos sobre las rocas karstificables.

Las cavidades se forman gracias a dos tipos de procesos. La penetración de las aguas en la masa caliza se efectúa generalmente a través de las grietas y fisuras. Se va creando una red de pequeños conductos que aumentan de calibre conforme el agua va erosionando (proceso físico) y disolviendo (proceso químico) la roca. Progresivamente, el agua abandona los conductos superiores a medida que esta discurre por el interior del macizo hacia las zonas de surgencia. De esta forma el aire pasa a ocupar los huecos dejados por el agua. En estas circunstancias, y con un aporte conveniente de agua se inician en los procesos reconstructivos.

Pero no todas las cavidades se forman en regiones con rocas karstificables, también las hay en regiones volcánicas, aunque su origen y evolución son bien distintos. La formación de las cavidades de lava o tubos de lava es la consolidación de la parte lateral y superficial de una colada magmática que corre por una pendiente, mientras que en su interior el magma continúa fluyendo. Así cuando cesa el aporte de lava del foco emisor, el nivel interno desciende, quedándose en su interior en vacío que dará lugar a la aparición del tubo volcánico.

Procesos reconstructivos: Espeleotemas

El agua disuelve la roca caliza bajo ciertas circunstancias; de igual forma, cuando éstas se invierten, el calcio que permanecía disuelto en forma de bicarbonato cálcico, precipita, originando entonces elementos reconstructivos denominados generalmente espeleotemas. Las sucesivas capas de carbonato cálcico que van depositando la modelan, en el transcurso del tiempo, el interior de las cavidades. Las formas más características asociadas al medio subterráneo son las estalactitas, estalagmitas, columnas, cortinas, banderas, excéntricas, coladas, gours, pisolitas,…

Fauna cavernícola

Las cuevas son unos ecosistemas extremadamente sensibles y con unas formas de vida especialmente diferentes a las de la superficie. Existen varios factores que influyen en el medio subterráneo y que condicionan fuertemente al tipo de animales que viven en él, así como las adaptaciones que éstos sufren:

Oscuridad. Es el factor más importante. La oscuridad es total en las zonas profundas del domino subterráneo y que impide la fotosíntesis de las plantas verdes, lo que condiciona la cadena trófica.

Ausencia de foto-período. Ligado a la ausencia de luz, con el resultado de la pérdida del reloj biológico, que controla en los seres vivos del exterior su ritmo de actividad.

Temperatura constante. De forma general, la temperatura de las cavidades subterráneas suele ser la media anual de las temperaturas exteriores de la región en la que nos encontramos.

Humedad relativa. Próxima a la saturación. Entre 90 y 100%

Niveles de oxígeno. Existencia de zonas localizadas atmosféricas o acuáticas con bajos niveles de oxígeno que permiten que vivan en ellas exclusivamente seres con una tasa metabólica muy baja y con ello, unas adaptaciones al medio bastante considerables.

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Valores de CO2. Algo más elevado al del aire exterior. En ocasiones puede alcanzar valores muy elevados en cavidades con fauna abundante.

En una cueva, y dependiendo de la vida que hacen en ella, se clasifican los organismos en tres clases:

Troglobios: Se denomina de este modo a los verdaderos “cavernícolas”, cuyo ciclo vital se desarrolla exclusivamente en este medio. Son los que presentan un mayor grado de adaptación y de modificaciones anatómicas, fisiológicas y de comportamiento (Sin ojos o con atrofia ocular, sin alas, sin pigmentación, con antenas más sensibles y largas, metabolismo mucho más lento,…)

Troglófilos: Aquellos que viven en las grutas temporalmente en momentos de su vida o en periodos del año, o incluso durante unas horas del día. Es fauna que se pueden encontrar también en el exterior. Entre ellos podemos citar a los murciélagos.

Troglóxenos: Son aquellos animales que se encuentran excepcionalmente en las cuevas, habitualmente en las entradas, atraídos por la humedad o la alimentación pero que no son capaces de reproducirse en ellas. No presentan ninguna modificación de carácter adaptativo.

Conservación y ética

Código de buenas conductas ambientales en la práctica espeleológica.

Es importante decir que las cuevas son ecosistemas tan frágiles, que cualquier alteración que sufran puede afectar de forma directa a la fauna que habita en su interior.

Los espeleólogos debemos ser conscientes del impacto ambiental que conlleva la práctica de esta actividad. Cada vez que nos adentramos en una cavidad, estamos provocando una alteración en el medio ambiente subterráneo.

Lo que ves en una cavidad la naturaleza lo ha creado en miles de años, no lo destruyas a tu paso en pocos minutos. Vuestros sucesores tienen derecho a admirar el esplendor de la cueva después de vuestra visita. No tomar nada salvo fotografías, no dejar ninguna huella de vuestra visita.

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Por ello, en nuestras incursiones bajo tierra, deberemos poner en práctica unas normas básicas de comportamiento:

  • Debemos ir en grupos reducidos de espeleólogos, y seguir, en la medida de lo posible, el mismo camino.
  • En pozos de entradas, evitar colocar fraccionamientos cerca de nidos y de formaciones de vegetación.
  • En nuevas exploraciones y apertura de nuevas vías, seleccionar la que menos daño haga a las formaciones.
  • Los residuos de carburo, pilas, plástico,…etc. contaminan y envenenan las cavidades y las aguas subterráneas. Sacad toda la basura de las cuevas, aunque
    la hayan dejado otros.
  • Las estalactitas y demás formaciones sólo son bellas en su marco natural, al arrancarlas se marchitan y estropean. Una fotografía es mucho más duradera y
    menos nociva.
  • Los restos arqueológicos y paleontológicos son patrimonio de todos, respetadlos y dejadlos en su lugar. No toquéis las pinturas, grabados o esculturas existentes en las cuevas, son fáciles de deteriorar.
  • Respetar y no alterar a la fauna que habitan las cuevas (murciélagos, coleópteros, miriápodos…). Con nuestro calor corporal y la iluminación, elevamos la temperatura media del aire que les rodea.
  • Evitar hacer ruido, sobre todo si es innecesario, puede haber fauna hibernando.
  • Tener en cuenta que los depósitos de guano (deyecciones de murciélagos), barro, o arena, también son formaciones y elementos a conservar.
  • En caso inevitable de tener que balizar o señalizar dentro de la cueva, hacerlo con señales provisionales, nunca pintando o marcando sobre roca. Si se conoce o advierte alguna colonia de fauna, balizar antes de llegar hasta a ella, para advertir prudencia.
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